Los miserables - Victor Hugo

-La primera justicia es la conciencia.

- La dicha suprema de la vida es la convicción de que somos amados, amados por nosotros mismos; mejor dicho amados a pesar de nosotros.

- Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y sobre todo en su vida, como lo que hacen.

- El amor es una parte del alma misma, es de la misma naturaleza que ella, es una chispa divina; como ella, es incorruptible, indivisible, imperecedero. Es una partícula de fuego que está en nosotros, que es inmortal a infinita, a la cual nada puede limitar, ni amortiguar.

-Todas las situaciones críticas tienen un relámpago que nos ciega o nos ilumina.

- En esos momentos de la existencia en que el hombre tiene necesidad de orgullo porque tiene necesidad de amor.

- En el mundo casi no hay nada más importante que amar.

- Como a todos los buenos corazones, la desgracia lo había hecho perder la amargura.

- Los niños aceptan inmediatamente y con toda naturalidad la alegría y la dicha, siendo ellos mismos naturalmente dicha y alegría.

- No hay nada más peligroso que la interrupción del trabajo, porque es una costumbre que se pierde.

- Lo bello vale tanto como lo útil. Y añadió después de una pausa: Tal vez más.

- La juventud es la estación de las soldaduras rápidas y de las cicatrices leves.

- No, teniendo amor no se pierde la luz. No hay ceguera donde hay amor.

- Nada importa morir, pero no vivir es horrible.

- En las ocasiones en que el hombre tiene más necesidad de pensar en las realidades dolorosas de la vida, es precisamente cuando los hilos del pensamiento se rompen en el cerebro.

- Para curar el miedo es muy buena la aspereza porque da confianza.

- Ser ciego y ser amado, es, en este mundo en que nada hay completo, una de las formas más extrañamente perfectas de la felicidad.

- Pensó que fortalecer su inteligencia era fortalecer su odio; porque en ciertos casos la instrucción y la luz pueden servir de auxiliares al mal.

- No preguntéis su nombre a quien os pide asilo. Precisamente quien más necesidad tiene de asilo es el que tiene más dificultad en decir su nombre .

- Ciertas personas son malas únicamente por necesidad de hablar. Su palabra necesita mucho combustible y el combustible es el prójimo.

- A los ignorantes enseñadles lo más que podáis; la sociedad es culpable por no dar instrucción gratis; es responsable de la oscuridad que con esto produce. Si un alma sumida en las tinieblas comete un pecado, el culpable no es en realidad el que peca, sino el que no disipa las tinieblas.

- El derecho que triunfa sin ninguna necesidad de violencia.

- No ver a las personas es cosa que permite suponer en ellas todas las perfecciones.

- Hay instintos para todos los encuentros de la vida. La niña no tuvo miedo.

- Los que padecéis porque amáis: amad más todavía; morir de amor es vivir.

- Destruid la caverna Ignorancia, y destruiréis al topo Crimen.